Navidad y Nochevieja han terminado. La mayoría de nosotros tenemos que liberarnos de la melancolía postvacacional, sobre todo en las dos primeras semanas de enero, y volver a aclimatarnos a nuestra vida cotidiana:
Durante las fiestas nos gusta crear nuestro propio microcosmos. En este microcosmos, el menú y el transcurso del día suelen diferir significativamente de nuestra rutina habitual, lo que puede ayudarnos a relajarnos y desconectar durante las fiestas, pero también nos plantea la tarea de tener que volver a remar en nuestra vida cotidiana en el nuevo año. Y luego están nuestros propósitos de Año Nuevo, que crean una presión adicional porque a menudo esperan que nos comportemos de forma totalmente opuesta a las semanas anteriores. El resultado es que no conseguimos alcanzar nuestros objetivos, que suelen ser demasiado ambiciosos. Sin estrés y más fácil es establecer hábitos saludables y beneficiosos que influyan positivamente en el comienzo del nuevo año, pero que también funcionen a largo plazo durante todo el año y favorezcan nuestra salud.
1. nutrición
Coherencia en lugar de mala conciencia.
En lugar de cambios radicales y prohibiciones que nos presionan, merece la pena poner en práctica a diario hábitos alimentarios saludables, fáciles de integrar en nuestra vida cotidiana a largo plazo y que pueden tener un efecto positivo en nuestra salud:
Ensalada
Acompaña cada comida con una ensalada de hojas verdes. Así creará una base rica en vitaminas todos los días, independientemente del plato principal que elija. Puedes optimizarla añadiendo frutos secos, semillas y bayas si lo deseas. Las hierbas frescas como el perejil, el tomillo, la albahaca y el cilantro añaden variedad a la ensalada y aportan oligoelementos importantes al organismo.
Consejo: Un aliño a base de aceite de oliva, sal, pimienta y un chorrito de zumo de limón es rápido y fácil de preparar y evita tener que comprar en el supermercado productos precocinados procesados y con alto contenido en azúcar.
Zumo
Bebe un vaso de zumo de fruta o verdura cada mañana.
Los zumos prensados en frío de frutas y verduras, sobre todo verdes, están de moda desde hace años. Y con razón. Al fin y al cabo, nos permiten ingerir vitaminas, oligoelementos y antioxidantes importantes de forma fácil. Sin embargo, no es necesario someterse a una dieta de zumos de una semana de duración para disfrutar de sus beneficios para la salud.
Empieza con un zumo por la mañana, compuesto por ingredientes que te gusten de verdad. Que sea prensado en frío y sin azúcar del supermercado o prensado en casa es irrelevante en el primer paso. Si te gustan las refrescantes bombas de vitaminas, puedes comprar un exprimidor si aún no lo tienes y profundizar en distintas combinaciones saludables.
Consejo: Utiliza el método 2/2/2. Bebe dos vasos de 0,2 litros de agua por la mañana, al mediodía y por la noche, uno tras otro. Cierra los ojos y adelante. Esto significa que ya has bebido 1,2 litros de agua y cubierto tu ingesta mínima.
Agua
Somos especialmente propensos a la deshidratación durante las fiestas. El aumento del consumo de alcohol durante las fiestas suele influir, pero incluso una ingesta moderada deshidrata el organismo. Además, la vida cotidiana está patas arriba y tendemos a olvidarnos de beber agua. Esto nos cansa y también irrita nuestro sistema nervioso central, lo que puede afectar a nuestro estado de ánimo.
A riesgo de bostezar al cambiar de pestaña sobre el tan debatido tema del agua, seamos breves:
Beber 2-3 litros es saludable, pero 1-2 litros son absolutamente necesarios para tu organismo. Si te resulta fácil beber lo suficiente, fantástico. Para todos aquellos a los que les resulte difícil: puedes marcarte el objetivo de beber 1-2 litros de agua al día. No importa en qué forma, porque crear una base suficiente tiene prioridad: el agua sin gas, el agua con gas o las infusiones sin azúcar cuentan.
Consejo: Utiliza el método 2/2/2. Bebe dos vasos de 0,2 litros de agua por la mañana, al mediodía y por la noche, uno tras otro. Cierra los ojos y adelante. Esto significa que ya has bebido 1,2 litros de agua y cubierto tu ingesta mínima.
2. moverse
La actividad física tranquiliza nuestra vida cotidiana, normalmente estresante, y nos ayuda a relajarnos. A las personas que ya han descubierto su deporte favorito y han sido capaces de integrarlo en su vida cotidiana a largo plazo les suele resultar fácil volver a su rutina de ejercicio después de las vacaciones. Para los que todavía no han podido integrar el deporte y el ejercicio regular en su vida, por supuesto es automáticamente aún más difícil empezar en el nuevo año. El ejercicio no tiene por qué ser siempre deporte.
Que no tengas aficiones deportivas no significa que no puedas hacer suficiente ejercicio o que lleves un estilo de vida poco saludable. Hay formas sencillas de moverse, sudar y relajarse:
Baila tu canción favorita
En casa, cuando te venga bien. Repite tu canción favorita entre 8 y 10 veces para mantenerte en movimiento durante 30 minutos. Bailar al ritmo de tu música favorita libera endorfinas y puede aliviar tensiones gracias a los movimientos moderados. Un periodo ininterrumpido de movimiento de 20 minutos o más también te hará sudar ligeramente, para que se produzca el proceso de desintoxicación propio de tu cuerpo.
Hacer la compra a pie
Camina hasta el supermercado y la farmacia y lleva la compra a casa. Llevar las bolsas es como un entrenamiento muscular. Asegúrate de empezar con poco peso para no levantarte.
Aspirar, limpiar la bañera, barrer la terraza
Incluso las pequeñas tareas domésticas diarias te mantienen en movimiento y, al mismo tiempo, te hacen sentir satisfecho con las tareas realizadas.
Encuentra un entrenamiento que te guste
Si encuentras un deporte o una forma de ejercicio que realmente te guste, lo más probable es que puedas establecer una rutina deportiva para ti. Así que empieza por pensar en las cosas que te gustan: la naturaleza, las actividades en grupo, encontrar paz y tranquilidad o incluso la sensación de estar completamente agotado. A continuación, elige una actividad que cumpla tus criterios.
Consejo: Ten en cuenta también tus rasgos de personalidad. ¿Te gusta competir? Entonces puede ser útil entrenar con un amigo que te desafíe o participar en una clase de fitness en grupo. ¿Quieres ver directamente los resultados de tus esfuerzos? Entonces los entrenamientos vinculados a una aplicación que registra tus progresos pueden ser muy motivadores.
3. relajación y bienestar
Durante las vacaciones, afortunadamente nos permitimos un poco de relax entremedias y pudimos desconectar y regenerarnos.
Si, en los días siguientes, tenemos que mantener una carga de trabajo en nuestra vida laboral y familiar de un día para otro, podemos caer fácilmente en la rutina. Estrés y sentirse agotado. Los rituales sencillos y regulares de bienestar y relajación pueden ayudarnos a conseguir más paz interior a largo plazo.
Cepillado en seco ("dry brushing")
Por la mañana o por la noche, antes de ducharse, un cepillo corporal de fibras naturales no sólo ayuda a eliminar las células muertas de la piel, sino que también estimula la circulación del cuerpo después o antes de un largo día y pone en marcha la circulación. Para ello, cepíllate el cuerpo con movimientos circulares desde los pies hasta el cuello, ejerciendo una ligera presión. Dependiendo del tiempo disponible, puedes hacer una ronda rápida de tres minutos o tomarte tu tiempo. La ducha posterior completa el tratamiento calmante.
Por cierto: Nuestros ganglios linfáticos se encuentran en las rodillas, en la zona de la ingle, en las axilas y en el cuello, entre otros lugares. Con una rutina de cepillado en seco, ayudas a tu sistema linfático a eliminar toxinas y limpiar la sangre, entre otras cosas.
Aromaterapia nutritiva
Los tratamientos corporales con aceites naturales pueden aplicarse en casa y tienen un efecto calmante y tranquilizador sobre el cuerpo y la mente. Utilizados con regularidad, son un ritual sencillo y de autocuidado que también puede integrarse en las fases estresantes de la vida cotidiana.
Casi todos los aceites vegetales son adecuados para la aplicación física superficial.
El aceite de lavanda, el aceite de sésamo, el aceite de hipérico, el aceite de almendras y el aceite de rosas son especialmente adecuados para relajarse por la noche.
Los aceites refrescantes y estimulantes de cilantro, cítricos, romero y tomillo son ideales para frotar la piel después de la ducha matutina.
Consejo: Date un baño o una ducha antes de utilizar aceites corporales y aplícalos sobre la piel húmeda, ya que los poros aún están abiertos por el calor y el aceite puede absorberse mejor.
Desintoxicación digital
Intenta apagar o guardar el móvil durante la primera media hora después de levantarte por la mañana y la última media hora antes de acostarte por la noche. Esto te dará tiempo para pequeños rituales de atención plena y también te ayudará a evitar la sobreestimulación de los medios digitales y las noticias.
Por cierto: Recuerde que no pasa nada por olvidar o dar carpetazo a los rituales y las rutinas.
Porque aunque tengas que interrumpirlos durante un breve periodo de tiempo por falta de tiempo debido al trabajo, la familia o la salud: nos dan la oportunidad de encontrar el camino de vuelta a un modo relajado y saludable, especialmente durante y después de las fases estresantes.